"Ilustración de Arthur Rackham"
En realidad fue la madre biológica de Blancanieves, quien tuvo la intención de asesinarla y comerse sus órganos hervidos en sal, pero le salió mal y murió en el intento...
El rey se casó de nuevo y ahí es cuando la madrastra entra en escena por su obsesión con el espejo.
Según el trabajo del historiador Karlheinz Bartels la historia sucedió en una localidad de la Baja Franconia, en Alemania, en torno a 1745.
Todos los hechos, desde la existencia de un lujoso espejo con místicas inscripciones, hasta la presencia de mineros en la zona que harían el papel de los enanitos; la manzana envenenada y los terribles zapatos de hierro, han sido explicados.
El espíritu vengativo de Blancanieves encajaba en la historia...
En realidad, la madrastra pagaría bastante cara su maldad. La pareja de enamorados, antes de ser felices y comer perdices, pusieron un par de zapatos de hierro al fuego y se los calzaron a la madrastra obligándola a bailar sin parar, sufriendo terribles quemaduras hasta la muerte.
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