Mi ruina fue beber del néctar de tus besos,
probar tus caricias, tu cuerpo.
Soñé en susurro como una mota de viento,
cuya brisa arrastra tu vida y mis sueños.
Soy bandolera de tu recuerdo.
No cierres la puerta en la noche cobriza
mis versos llegan a tu encuentro.
Soy como cupido y lanzó mi flecha, no cierres la puerta;
ven, te espero despierta, en la lejanía
veo tu puerta abierta.
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