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miércoles, 4 de diciembre de 2019

El camino


Caminé pensativa aquella mañana,
en medio de una polvorienta musaraña
que se clababa en mi mente dañada.

Encontré un claro en el camino,
en él una roca, y encima un relicario.
El hallazgo me heló el cuerpo.

Me inquietó el porqué pasé junto a él.
Qué me llevó hacia este extraño lugar.
No puedo llorar, me faltan lágrimas.

El cielo gruñio y se cubrió de gris.
Me asuste y lloré. Casi sonreí asombrada.
Había llorado. Pero qué significado tenía,
si yo... me sentía vacía.

©Nuria de Espinosa

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