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miércoles, 22 de febrero de 2012

En el parque

Cómo cada mañana, Luis sacó a pasear a Nelo, su perrito, por el parque de la Alameda. Aquella era una mañana fría y húmeda de principios de otoño. Los senderos del parque estaban cubiertos de hojarasca, a pesar de que los barrenderos recogían las hojas a diario.

-Quieres esperarte Nelo -gritó Luis a su perro que no dejaba intentar salir corriendo, dándole fuertes tirones de correa- desde que llegamos al parque te muestras inquieto, ¿Qué narices te ocurre hoy? Maldita sea, terminaras por hacerme daño.

Se inclinó refunfuñando entre dientes y le soltó la correa del collar. Apenas tuvo tiempo de reaccionar. Nelo salió como alma que lleva el diablo hacia una zona que había tras unos arbustos cercanos.

Luis salió corriendo en su busca al escuchar los ladridos exasperados de su perro. Al traspasar los arbustos se detuvo en seco. Nelo le ladraba a un hombre que estaba sentado en un banco del parque, el hombre no se inmutaba, pero Nelo insistía con sus ladridos.

Luis se acerco cauteloso, por si el hombre se enfurecía a causa de los ladridos de su perro. Pero al acercarse comprendió que le pasaba a Nelo y se quedó petrificado.

El hombre mantenía en las manos un cartel que decía:
“No me toques, estoy muerto”

-Tranquilo Nelo, ya no podemos hacer nada por él, no debió soportar el frio que hizo noche, pobre hombre.

-Guau, guau, guau.

-Te repito que ya es tarde Nelo.

Y entonces aquel hombre abrió los ojos y le miró directamente. Sus ojos estaban completamente vacíos. Luis se estremeció, se quedó inmóvil, aterrorizado, incapaz de moverse.

-Guau, guau… - Aquella extraña criatura, abrió la boca como si de una serpiente se tratará y Nelo desapareció engullido por aquel extraño ser. Luis noto como la orina bajaba por sus pantalones.

Aquel extraño ser, cerró de nuevo los ojos y continuó en la misma postura como si nada.

Luis consiguió por fin moverse y tras volver a su casa, decidió que nunca más se compraría un perro y así evitaría tener que regresar a ese parque.

4 comentarios:

  1. Desde luego no es un lugar muy aconsejable ese parque, aunque supongo que vas mucho más allá de lo que parece, sin llegar a eso hay sitios y personas que echan para atrás.
    Besos

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  2. SI MEJOR NO ACERCARSE A ÉL...GRACIAS ARRUILLO, BESOS.

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  3. Ya no tendrá perro que le avise en la próxima oportunidad.
    Hay mucha gente que ignora las advertencias que da la Parca...
    Muy bien por el cuento.
    Cordialmente.
    Arturo.

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