Este poema participa en el blog de Varietés de Ginebra Blonde
Entre sombras que arrastran el alma cansada,
surge un rayo en la noche cerrada.
La tormenta atroz que el camino desgarra,
no puede apagar el latir de mi garra.
Las piedras se alzan, me quieren detener,
pero el viento me empuja, me invita a crecer.
Cada herida es un sonido que forja mi ser,
cada paso es un grito que aprendí a vencer.
Cuando todo parece perderse en la bruma,
la esperanza renace, ligera como espuma.
Soy humano en un mundo que no se rindió,
pues en mi pecho, la espada del desánimo nunca se clavó.
Precioso poema que nos da esperanzas y en esta vida es vital para sobrevivir. Un beso, Nuria.
ResponderEliminarSigo sin verte en mi lista de lectura, yaz no sé qué hacer si cortarme las venas o echarme al monte ejajjaj. Puede que sea bloguer quien impida porque otra cosa ni idea.
Un besazo.
Hola Campirela, la verdad es que no lo sé yo tampoco, mi blog es público y a mí también me pasa, a veces no me sale nada en la lista y otras me sale todo, yo creo que es cosa de programas o apps, no tengo ni idea. Gracias por dejar tu huella. Un abrazo
EliminarHermoso poema Nuria, una bella oda a la esperanza.
ResponderEliminarMe gusta mucho, un abrazo.
PATRICIA F.
Gracias Patricia por dejar tu huella, me alegra que te guste. Un abrazo grande
EliminarDe mi silencio,
ResponderEliminarnace la voz.
En lo profundo
tengo un ancla
que se llama,
seguridad...
De mi silencio,
ResponderEliminarnace la voz.
En lo profundo
tengo un ancla
que se llama,
seguridad...
Gracias Buscador por dejar tu huella, profundos versos nos regalas.
EliminarMe encantó y conmovió tu poema. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias Citu, me alegra que te haya gustado, besitos
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