Desde el blog El vici solitari nos proponen el siguiente reto Juevero:
Lugar: En la terraza de un ático
Personajes principales: Una persona de genero a elegir, de carácter serio y circunspecto, y una tórtola de genero y carácter a elegir
Inicio: La persona está mirando el paisaje apoyada en la baranda, cuando por ella se acerca caminando la tórtola y por primera vez se dirige a la persona y le pregunta: ¿hoy hay lentejas para cenar?
Extensión: Ajustarse en lo posible a las 350 palabras.
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Jorge, un hombre serio y cejudo, observa el paisaje con serenidad, apoyado sobre la baranda del ático donde reside. Su mente divaga, sobre el sentido de la vida y su solitaria existencia. Una vibración le saca de su pensamiento. Una tórtola, con su pecho erguido y su plumaje gris, camina por la baranda directa hasta él, se detiene y, para su sorpresa, le pregunta:
—¿Hoy hay lentejas para cenar?
Él, perplejo, no sale de su asombro. Su primera reacción es pensar que está alucinando por la falta de cafeína. Pero no, la tórtola sigue ahí, mirándole fijamente, con esos ojos redondos y penetrantes, y el suave graznido que emite su garganta.
—¿Perdón? —logra decir.
—Lentejas. ¿Hay o no hay? —repite la tórtola con la misma calma, como quien pregunta la hora.
Trata de procesar la situación. ¡Estoy hablando con una tórtola sobre la cena...!, y además, ¡sobre lentejas! Se rasca la cabeza algo aturdido.
—No, hoy no hay lentejas, —logra decir—. Ensalada de tomate y maíz.
La tórtola hincha el plumaje indignada.
—¡Pero es que nadie hace lentejas para cenar! «protesta indignada» ¿Qué le pasa al mundo? Otro graznido, y otro, y otro.
Esto no está pasando, «repite una y otra vez». «Estoy soñando, estoy soñando.»
¿Qué se supone que debo hacer? «Grita para sus adentros.» ¿Disculparme por la ausencia de lentejas? Pero antes de poder formular una respuesta coherente, la tórtola vuelve a hablar.
—¡Soy una tórtola moderna, y me gustan las lentejas para cenar!, Volveré otro día y espero...
No terminó la frase...
—¿Pero qué...?
La tórtola hincha su pecho, lo mira un segundo, se da la vuelta y se aleja como si nada. La sigue con la mirada, y se pregunta si debería ir a un terapeuta o, a un supermercado a comprar lentejas. Sin embargo, partir de entonces, en cada nuevo atardecer pone un cuenco con lentejas en la terraza: al rato la tórtola aparece puntual, picotea el cuenco y desaparece. Una rutina extraña que hace que su vida sea un poco más absurda.
(345 palabras)
La actitud desafiante de esta tórtola "moderna" no deja al pobre protagonista indiferente! No hay nada como añadir a las rutinas de nuestro día a día las cosas más extrañas y excepcionales! Ja, ja! Un abrazote Nuria y muchísimas gracias por unirte a este reto un tanto peculiar! Un abrazote de parte de todo el grupo! Marifelita.
ResponderEliminarGracias Patricia, si que ha sido peculiar y ha generado interesantes aportes. Un fuerte abrazo
EliminarPerdón Marifelita, te confundí con Patricia, jajajaja. Besitos
EliminarJajaja La tórtola indignada es genial! Divertida charla entre ambos, me gustó mucho tu relato! Besos por ahí!!!
ResponderEliminarJajajaja, gracias Mari, se me ocurrió de pronto. Un abrazo grande
EliminarMe trajo a la memoria dos frases coloquiales que se usan para este maravilloso plato, acá en Chile: 'lentejas para las viejas' y 'lentejas: las comes o las dejas'. Interesante el acertijo narrativo. Saludos.
ResponderEliminarCierto Héctor, la de vez que he oído a mi madre esa frase, jajaja y ahora me encantan. Un abrazo
EliminarUna divertida situación entre ambos, la tórtola retándolo porque no hay lentejas y él cuestionándose si ir a un terapeuta o a un supermercado.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu historia, es divertida, un abrazo Nuria.
PATRICIA F.
Gracias Patricia, es lo que intenté poner un punto de humor. Un abrazo grande
EliminarHola, Nuria, jajaja, muy bueno, además estilo microteatro, jeje, ya en septiembre lo retomaremos este.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias Merche, ya queda poquito para iniciarlo. Un abrazo
Eliminar¡Bravo por este relato! Chiquillo emprendedor. Me.hs conmovido mucho.
ResponderEliminarGracias Maty, besitos
EliminarEs una situación tan peliaguda que es mejor añadir un poco de absurdez a la vida que ir al psiquiatra. Me ha encantado tu aportación, Nuria. Además puede que haya hecho una nueva amistad y a partir de entonces entablar diálogo con la tórtolilla.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues sí Marcos, quizás sea el lado positivo. Un abrazo
EliminarHay ya tan pocas cosas que nos sorprendan que el hecho de que aparezca una tórtola pidiendo lentejas es una bendición. Muy bueno :D :D
ResponderEliminarAlmaLeonor_LP
Jajajaja, vaya que sí. Un abrazo
EliminarCreo que debería ir al siquiatra, pero también al supermercado. incluso podría ir al siquiatra con la tórtola.
ResponderEliminarUn pelin quisquillosa la tórtola, porque el maíz así tierno, también debería suponer le un manjar.
Muchas gracias por el baner del vici solitari, de parte mía y de las comisiones.
AbrAzzooo
Gracias Gabilante, todo lo que sea ayudar para su difusión se hace, si no, nos apoyamos nosotros nadie lo hará. Un abrazo grande
Eliminar"La sigue con la mirada, y se pregunta si debería ir a un terapeuta o, a un supermercado a comprar lentejas. " Jajaja brillante frase que deja expuesta nuestra incredulidad frente a un mundo que no deja de sorprendernos con sus absurdos! Muy bueno, Nuria. Besote
ResponderEliminarYo creo Mónica, que en estos casos una visita al terapeuta no estaría de más, jajajaja. Un abrazo
Eliminar"La sigue con la mirada, y se pregunta si debería ir a un terapeuta o, a un supermercado a comprar lentejas. " Jajaja brillante frase que deja expuesta nuestra incredulidad frente a un mundo que no deja de sorprendernos con sus absurdos! Muy bueno, Nuria. Besote
ResponderEliminarGracias Mónica, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarMuy bien planteado todo este relato surrealista, Nuria. Me ha encantado, me ha hecho reflexionar sobre las decisiones y los por si acaso. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos y muy feliz finde ♥
Gracias Auroatris, un abrazo grande y que termines de pasar bien el domingo. Un abrazo
EliminarLes dejo aquí.. receta https://versos-locos.blogspot.com/2024/08/receta-libada-de-lentejas.html
ResponderEliminarGracias. Visto y comentado. Un abrazo Gustab
EliminarEl reto me hizo buscar en google. Así que pude descubrir que las tórtolas también comen maíz. Así que no tendría que haberse quejado tanto.
ResponderEliminarPero parece que no es mucha molestia para el protagonista.
Un abrazo.
Eso parece, un absurdo más de su vida Demiurgo. Un abrazo
EliminarMuy bueno Nuria, abrazo grande
ResponderEliminarGracias Themis, abrazo
EliminarComo decía mi abuela, las lentejas si quieres las comes o si no las dejas. Un abrazo.
EliminarAsí es, jajaja, gracias Federico, un abrazo
EliminarUna situación compleja de desarrollar en el texto, Nuria. Y eso que no había lentejas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
La verdad es que si. Gracias Miguelángel, un abrazo
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