El silencio se funde en la noche con la luna enamorada,
en el beso eterno donde moran tus palabras.
El tiempo frente a frente, enciende el silencio,
donde la vida sueña con la luna llena.
Y allá por los caudales, van los rios marchitos,
donde calzan los trigales; allá por los madrigales,
para quedarse secos, sin cauces.
Y dónde viajan los arroyos, el agua expira,
en el amor que evoca los campanales.
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