No hay sol sin cielo
ni amor sin dolor,
el alma perece
y la soledad
es aún mayor.
El amanecer
no busca el ayer,
solo tu querer
sin soledad,
al anochecer.
Las nubes grises
se ahogan
en las profundidades.
Y navego sin rumbo
y sin mares
en un cielo turbio
sin olas, ni cauce.
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