EL DESTINO MARCA NUESTROS CAMINOS

Aquella mañana del mes de febrero amaneció nublada. Era un día gris, pero Cris se levantó llena de felicidad. Por fin vería en persona a Toni. Llevaban varios meses hablando por teléfono. Se habían conocido por una web y aun no se habían visto.

Se fue directa a la ducha y tras vestirse, se maquilló un poco, se puso su perfume favorito, y sin tomar ni un café, marchó hacia el garaje. Ni siquiera le importaba tener que conducir media hora para encontrarse con él.
Estaba tan nerviosa. Mientras conducía, sus pensamientos volaban.
¿Le gustare? Sera tan simpático y agradable como parece.
¡Dios qué nervios! y casi sin darse cuenta llegaba a su destino.
CONTINUARA...