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viernes, 9 de diciembre de 2011

LA MARIHUANA


¡Acelera! Gritó Javier mientras entraba velozmente en el coche. Pisé el acelerador y salimos a toda pastilla de la gasolinera. Eran las diez de la noche, y necesitábamos marihuana.
Mientras conducía hacía casa de camarón nuestro camello, con la música alta, Javier me hablaba eufórico. ¿Has visto la cara de pánico del dependiente?
Ja, ja, ja. El muy imbécil se ha debido cagar en los pantalones, vociferaba sin parar de reírse a carcajadas.
Ni si quiera percibimos qué se nos acercaban varios coches. Justo cuándo casi habíamos llegado a casa de camarón, dos coches de la policía secreta se nos cruzaron impidiendo cualquier posible fuga.
Una sola obsesión invadió mi mente… ¡hijos de puta! Está será una noche de sudores interminables… maldita sea la marihuana

8 comentarios:

  1. K breve, pero me ha encantado. Enhorabuena

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  2. Gracias Asterielle, los microrelatos es lo que tienen, siempre te dejan aquel sabor de boca de esperar algo más, un abrazo.

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  3. Jeje... curioso verdad, un saludo y gracias por pasar por mi blog.

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  4. Muy bueno Nuria. Hablando de marihuana, te dejo el comienzo de mi novela corta Los pasos arrastrados.

    Lo veía sentado en el porche de su casa, solitario, perdido en el tiempo, y con una expresión profundamente triste. Otras seguía sentado, solitario, perdido entre el humo de su cigarro, y con una sonrisa placentera. ¡Qué contradicción de semblantes! No paraba de darle vueltas cada vez que me asomaba a la ventana. La única diferencia entre ambas secuencias casi clónicas, era el humo. “¡Ya está! ¡Este tío se coloca!”.
     
    ​–Muy triste –dijo mi padre situándose a mi lado, frente a la ventana–. Su mujer falleció hace dos meses y lo único que le alegra un poco, es la marihuana.
     
    ​El desconcierto que hasta ahora me habían provocado estas escenas, y el encogimiento de alma cada vez que miraba a su protagonista, se transformaron en poco tiempo en desconfianza, y después en recelo y aprensión. Yo acababa de volver de erasmus y presentía que iba a ser un comienzo de verano bastante agitado, como así fue, pues nadie sospechaba que habitaba un asesino entre nosotros.

    Besos.

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  5. Me gusta Teresa, buen comienzo... dejas la intriga llamando la curiosidad del lector... gracias por este pequeño regalo, un abrazo y felices fiestas.

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  6. La hierba se ha convertido en tema obligado de las generaciones actuales, pareciera que no debe faltar en la literatura actual, la pregunta que se impone es: ¿Cuál es la causa de esta costumbre nociva de huir de la realidad? Pareciera que la gente huye de algo, ¿de qué es?, ¿quizás de un mundo lleno de cuestiones insolubles?, ¿acaso de la conciencia de las limitaciones propias ante los elevados requerimientos de los empleos? ¿imbecilidad pura? Yo no tengo la respuesta. ¿La tendrá alguien?
    Saludos.
    Arturo.

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  7. Tampoco tengo la respuesta a tan delicada pregunta o quizás todos reuimos saberla, gracias y un abrazo.

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