Amaneció lloviznando,
inundando los secretos más profundos.
Llora mi alma
que percibe aquellos sentimientos olvidados
empapándolo todo como una cruel
borrasca.
La lluvia ruge en mis entrañas
y observo su destrozo, secuencia a secuencia
cuyo húmedo paño me resguarda.
Despiadada borrasca que llovizna en el pasado;
inerte y sombría.
Una suave brisa
despide los nubarrones
y en un instante se impregna con los rayos del sol.
Preciosas metáforas. El sol brilla cada día y disipa...
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Aniagua, abrazos
ResponderEliminarEs una poesía muy bonita, me ha gustado mucho. Saludos.
ResponderEliminarGracias teresa, me alegra te gustase, abrazos
ResponderEliminarEs precioso Nuria.
ResponderEliminarGracias Maria, un fuertísimo abrazo.
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