"¿Por qué siento lo que no es mío? ¿Por qué, cuando alguien sufre, algo dentro de mí se rompe también?
A veces quisiera no sentir tanto, no cargar con dolores ajenos, no llorar por historias que no me pertenecen. Pero ¿de dónde nace esta conexión invisible? ¿Es debilidad o fuerza? ¿Es instinto, historia, amor... o simplemente humanidad?
Tal vez la empatía es la forma que tiene el alma de recordarme que no estoy sola, que somos parte de algo más grande, un tejido de emociones compartidas. Aun sin entenderla del todo, hay algo profundamente humano en mirar a otro y decir: "Te siento."
A empatia é a manifestação do nosso grau de humanitarismo.
ResponderEliminarAbraço de amizade.
Juvenal Nunes
Olá, amiga Nuria!
ResponderEliminarO ser humano, tem essa capacidade de empatia.
O nosso coração reage a muitas emoções, que nos impulsionam para essa empatia.
Excelente texto. Gostei bastante.
Deixo os votos de um bom fim de semana com tudo de bom.
Beijinhos, com carinho e amizade.
Mário Margaride
http://poesiaaquiesta.blogspot.com
https://soltaastuaspalavras.blogspot.com
Exactamente eso es tener empatía. Hermoso post <3
ResponderEliminarUn beso desde Plegarias en la Noche
Olá, querida amiga Nuria!
ResponderEliminarO mundo carece de empatia, se todos nós fôssemos empáticos, a misericórdia divina se estenderia por nós à humanidade.
Graças sejam dadas aos sensíveis!
Tenha um final de noite abençoado!
Beijinhos fraternos de paz
a mí también me pasa, alguien cuenta algo triste que le ha pasado y me puede llegar a afectar mucho. y ya no hablemos de ciertas noticias que salen en los medios...
ResponderEliminarabrazos, nuria!!
Profunda reflexión. Uno siempre debe tratar de ponerse en el lugar de los otros. Te mando un beso.
ResponderEliminarAsi nos sucede a veces mi amiga,
ResponderEliminarme a sucedido a mi tambien, somos
humanos, me agrado mucho tu presentacion.
Besitos dulces
Siby
La empatía precisamente nos humaniza, nos hace parte de un todo y nos saca del individualismo egoísta que abunda en el mundo.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Hola Nuria, la empatía es una bonita virtud que nos humaniza y nos hace sentir uno con el otro. Te deseo un feliz domingo
EliminarTotalmente de acuerdo, feliz domingo, un abrazo
EliminarMuy bonito y muy buena reflexión sobre la empatía. A veces según el grado, parece mas una maldición que una bendición ...depende de cómo se use...
ResponderEliminarUn besazo!
Así es Morella, un abrazo y feliz fin de semana
EliminarNuria,
ResponderEliminarLa empatía es algo
Fundamental para vivir bien nuestros días.
Maravillosa publicación.
Besos para un buen fin de semana.
usted y su familia.
CatiahôAlc.
Hola Catia, me alegra saber que te ha gustado. Un abrazo y feliz fin de semana
EliminarHola Nuria, un gusto andar dando vueltas por tus páginas.
ResponderEliminarElijo justo esta entrada para comentar.
Lo contrario a la empatía, la deshumanización, el convertir al otro en un objetotambien fue y es parte del ser humano.
¿el por qué de una cosa y la otra? gran misterio.
Pero con tus palabras emites un poco de luz al asunto.
Un abrazo
Gracias a ti Frodo, es como el jing o el jang, como el blanco o el negro, siempre hay polos opuestos. Un abrazo
EliminarTexto definitivo.
ResponderEliminarUn día apareciste en mi corazón sin previo aviso y algo cambió en mi para siempre. Nunca te busqué pero encontré en tu corazón un trocito del mío. Me sentía identificado y hasta me hacía gracia mientras en el motor de mi corazón algo se fraguaba...Pasaron los días y ese mismo milagro volvió a suceder pues otro trocito de ti, estaba en mi. Te sentía como si te tocara mientras volabas por mi interior con esa empatía que recién estaba descubierta en mi. Mi mundo interior cambiaba, necesitaba de esa droga por sentirte y también tenía miedo a sufrir...
Pocos días después el milagro de sentir a otra persona también se produjo y comprendí que este mundo teje una red de sentimientos invisibles como si caminásemos por una sensibilidad especial que nos mantiene unidos. Comprendí que el milagro de existir es un respeto; una mano que se da donde muchas veces lleva directamente al infinito. Soy una mota de polvo; un germen que guarda en su interior el infinito donde el amor impera sobre todo...
Pasaron los días y volví a sentirte. Algo maravilloso eclosionó por acercarme un poco más a ti pero tu estabas ausente mientras esa riqueza la derrochabas quizá ausente de ti misma y, surgió en enamoramiento de una forma natural...
Pasó mas y mas tiempo. Yo seguía sintiendo a mas personas recolectando sentimientos pero, también sentía la soledad pues era un chico cerrado para mis adentros; espectador del corazón humano y del mío propio al hallar tanta riqueza en la sencillez que tu florecías por encima de todas las personas...
Tuve vocación de cura, quise ser fraile y quise ayudar a la gente que con su corazón atravesaba el mío pero tú, solo tú, convivías conmigo en el día a día pues tuviste la llave de ser quien soy.
Han pasado los años. Vivo en mi última residencia: El Vaticano pero, mi amor terrenal fuiste tu con tu corazón que abrió el mío. Con los años cumplidos me han elegido Papa y esta carta se abre al mundo. He conocido directamente a Dios con mis oraciones y a la Virgen pues me han encumbrado a ser la persona que soy pero, aquella chiquilla del instituto que eres tu, aún lleva la llave que abrió las puertas de mi corazón: El amor que nunca cesa si se es comprendido...
Hola compañero. Me toca el texto de lleno porque parece hablar desde un lugar muy íntimo, con una gran sensibilidad. Siento que con esa forma de sentir tan intensa, que nace sin esperarlo y acaba transformándolo todo descubres algo que va más allá. Es cómo entrelazar el amor humano con lo espiritual, como si el amor hacia una persona concreta se convirtiera en el canal para descubrir algo mucho más grande, más profundo.
ResponderEliminarLa idea de recoger fragmentos del otro dentro de uno mismo me parece bellísima y acertada. A veces sentimos a alguien dentro sin siquiera haberle tocado realmente, y eso es lo que este texto expresa con una honestidad que conmueve. Me gusta también cómo reflejas esa lucha interna entre el deseo de sentir y el miedo a sufrir, porque es algo que todos vivimos pero que cuesta poner en palabras.
Me ha emocionado el final, sobre todo al descubrir que ese amor juvenil fue tan profundo que permaneció intacto hasta convertirse en parte de una vocación más grande. La imagen que todavía guarda en el corazón aquella "chiquilla del instituto" me parece poética y humana. Me hace pensar en cómo los pequeños encuentros pueden tener un impacto eterno en el alma, y cómo el amor verdadero nunca desaparece, solo se transforma.
Vivir y amar van unidos de la mano. Un abrazo