El amor nos arrulla en su celaje,
nos hilvana con hilos de lo etéreo,
y de pronto somos vulnerables.
Cuando amamos, el ser se bifurca
en un temblor de auroras inéditas,
y una frágil osadía resplandece,
en el fulgor que desarma el miedo.
Somos un enigma que arde sin llama,
que se enreda en la piel y el alma,
desbordando lo que antes fuimos.
En el amor somos vértigo sereno,
una fragancia que al brotar, estalla,
y a la vez nos sentimos diminutos,
como una brizna flotando en el tiempo.
Valientes, sí, al entregarnos al abismo
de lo incierto, lo efímero, lo absoluto.
Frágiles, como cristales en ruinas,
y vivos, más vivos que el mismo aire.
El amor despierta en un océano
donde somos ola y espuma;
y ahí descubrimos
que somos más humanos
cuando amamos.
Es un bello poema. Te mando un beso.
ResponderEliminarQué poema más bonito, Nuria.
ResponderEliminarEl amor es vulnerabilidad, pero también cede fortaleza, si es correspondido puede con todo, reconforta y premia, nos engrandece. Hay que ser muy valientes, pero merece la pena lanzarse a ese vacío.
Un fuerte abrazo, y feliz fin de semana.
Olá, querida amiga Nuria!
ResponderEliminarQue poema tão verdadeiro!
O amor nos deixa em estado de bifurcação mesmo.
Ousados, cremos que estamos contra com mundo todo e tudo podemos...
Belíssimo seu poema com o qual me identifiquei bastante.
Tenha dias abençoados!
Beijinhos fraternos de paz