No encuentro la palabra
que con el pensamiento
pueda expresar en el papel
qué escribo y lo que puedo
contar.
El arroyó purpúreo de
marañas efimeras
gotea sin cesar.
El equilibrio entre el sentido
y el sin sentido, parece utópico;
casi desvanecido.
Pocos poetas encuentran en
los versos las palabras más
extraordinarias
que el sentimiento logra expresar.
Convergen sobre el fuego que
inunda los versos en las heridas
del sendero opaco.
!Dime tú poeta¡
si la fragancia de una flor
que acaricia tu rostro,
és como agua cristalina
que abraza tu alma.
Es tan hermosa con el poema,
que abrasa tú corazón
y la poesía longeva del amor.
!Dime tú poeta¡
si estos versos son poesía
o es solo un poema
que te llega al corazón
mientras avanza el reloj.
¡Dime tú poeta!
Si los campos de girasoles
y las praderas de amapolas
que brillan mirando al sol
son explendor para tus ojos.
¡Dime tú poeta!
Para qué quieres una pluma
si las páginas están vacías
y no te llega la inspiración
en el pozo de la zozobra...
El invierno cobrizo y tardío
cubre las estrellas de nubes
que lloran sobre la tierra
y el capazo del agricultor.
Las siembras se inundan
y la desesperación cae sobre
los recolectores; y su perdición
con el agua que abraza las viñas
y naranjos.
Ni los tesoros más osados
ni los cielos más nublados
tocarían tu corazón en un
día de un tormentoso ciclón.
¡Dime tú poeta!
Eres dueño del amor etéreo,
o quizás, seas capricho
Efímero, de un malvado
corazón.
Publicado en la web de literatura Poetainos.com
Condecorada con la Flor de Oro
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