El cuaderno

Tenía el mundo en sus manos. Procedía de una familia de la burguesía de gran consideración entre la alta sociedad, sin embargo Laura se sentía vacía. Cada mañana buscaba el calor de sol pero el clima húmedo y frío pocas veces dejaba asomar los cálidos rayos solares. Pero Laura que era una joven espontánea y le gustaba la diversión no parecía dispuesta a que el entorno lograse vencer su optimismo y alegría.

Aquella mañana cogió un cuaderno, su lápiz favorito; rojo con un pequeño pom- pom en la punta. Dibujo el mar. Un sol radiante y una bandada de pájaros que revoloteaban sobre la orilla. Después se puso un precioso bikini de color rojo, unas gafas de sol y una enorme pamela. Se tumbó sobre la cama con el cuaderno en la mano imaginándose en la hermosa playa.
Todo fue muy rápido, muy extraño, casi espeluznante.
    -Laura piensas pasarte el día en la cama o vas a venir a desayunar de una vez?-Decía Julia, madre de Laura mientras abría la puerta de la habitación.

Sobre la cama descansaba el cuaderno de Laura. Quedaba abierto sobre la página en la cual había dibujado. Julia cogió el cuaderno y se quedó un instante observando el dibujo.
Una joven en bikini sobre la arena de una playa sonreía mientras miraba su lápiz de color rojo.