La vieja verja repiqueteaba una y otra vez contra la puerta de entrada. No lograba acostumbrarme a ese continuo chirrido. Mientras Laura fregaba los platos me planteaba si seria correcto hacer una visita al notario. Pero la presencia de mi madre conseguía arrastrarme al pasado y desistir de mis pensamientos. La observé durante un rato; ella estaba absorta en su serie preferida y de vez en cuando se quedaba fija con la mirada pérdida.
Al darse cuenta de mi presencia giró el rostro hacia mí y sonrió, acto seguido continuó con la vista en el televisor sin más... Odiaba esa enfermedad que la arrastraba a perderse en el olvido. Quedaba muy remoto los albores del pasado. Pienso que el tiempo es muy cruel y traicionero; por eso la vida debe ser el presente, el resto es sólo un resquicio perecedero de nuestro camino por la vida.
Bitácora literaria. «La reflexión es aquello que abre un camino al pensamiento, el pensamiento es el camino que conduce a la reflexión; aquel camino libre que resplandece entre luces y sombras: la vida». Derechos de autor protegidos por ©Cedro Gracias por tu visita y comentarios. Estos serán aceptados tras pasar la supervisión del autor. Nuria de Espinosa
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Bajo el muérdago
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