Truenos y relámpagos enfurecidos
braman entre un coro de ángeles doloridos
por el horror de un mundo sin destino
que navega hacía un infierno ya difunto.
El cielo no rompe las cadenas
que segundo a segundo forjan
eslabones de temibles tinieblas.
Enfrentar la tierra contra el tiempo
no tiene sentido, si el péndulo
que oscila y no cesa ni se detiene:
muere en manos de los hombres.
¡Pobre del ciego que no ve
y de aquel mira pero no quiere ver!
Bitácora literaria. «La reflexión es aquello que abre un camino al pensamiento, el pensamiento es el camino que conduce a la reflexión; aquel camino libre que resplandece entre luces y sombras: la vida». Derechos de autor protegidos por ©Cedro Gracias por tu visita y comentarios. Estos serán aceptados tras pasar la supervisión del autor. Nuria de Espinosa
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