Por el campo aparecían
los sueños amargos del aldeano,
los rostros gachos y la mirada perdida.
El día caminando pesadamente,
con la saca al hombro
con la saca al hombro
junto al paso de los arroyos.
El trigo aguardando bajo la sombra de los olivos,
y la suave brisa acariciando al sembrador
que bregaba por los montes y se cobijaba en las noches.
y la suave brisa acariciando al sembrador
que bregaba por los montes y se cobijaba en las noches.
Como siempre un placer leerte querida Nuria,,muaaaaaaaaa
ResponderEliminarGracias Adela, un abrazo enorme.
Eliminarme gustó.
ResponderEliminarGracias Ánxela, besos.
Eliminarmmmmmmm, me gusta
ResponderEliminarGracias Julian, besucos.
EliminarQue suavidad, se respira la paz querida amiga, un abrazo
ResponderEliminarGracias Sandra por tus palabras, un abrazo preciosa.
EliminarTodo, absolutamente todo, Blog espectacular, una gozada.
ResponderEliminarGracias Guillermo por tus palabras, un fuerte abrazo.
EliminarDignos de admirar estos humildes y entregados trabajadores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto Ave peregrina, un abrazo.
EliminarLa vida del campo retratada en tus versos, Nuria.- Un placer.- Besos
ResponderEliminarGracias Arruillo, el placer es mio, abrazos.
Eliminarhttp://iratxe-poemasdeiratxe.blogspot.com.es/?m=0 muy bonitos tus poesía
ResponderEliminarGracias Iratxe, besos.
EliminarGracias Nuria por tu poema. El campesino tiene un arduo trabajo bajo el sol y su lucha es diaria para conseguir una buena cosecha, que por desgracia es muy mal pagada.
ResponderEliminarUna fotografía muy apropiada y bella.
Con ternura te dejo un beso
Sor.Cecilia
Gracias Sor. Cecilia por tus hermosas palabras, un abrazo muy fuerte, me alegró leerte.
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