A
ti mama te quiero confesar.
en
este día tan especial.
tantas
cosas podría rememorar
que
no todas te abrían de gustar.
Los
recuerdos de mi infancia llegan a mí,
sin
poderlo evitar.
Recuerdos
hermosos, recuerdos duros, recuerdos…
¿Por
qué no recuerdo, ni un solo cumpleaños?
Te
recuerdo en la máquina de coser,
y
a papa contándonos un cuento en el salón,
¡Qué
hermosa imagen!
Que
añoranza siento
Pobre
papa, cuanto le echo de menos.
Mama,
pienso e intento recordar, pero no lo consigo,
de
mis cumpleaños. ¿Que ha sido?
¡Si
al menos uno, lograra recordar!
Bueno
mama, no importa ¿verdad?
La
vida me diste y en lo que soy me convertiste
Y
hoy sólo puedo decirte.
Con
todo el cariño que puedo recordar.
¡¡¡¡
GRACIAS MAMA!!!!
Por
darme la vida, por darme lo que pudiste, o supiste dar.
Nuria:
ResponderEliminarHermoso homenaje a esa madre, la que debió esforzarse toda su vida, sin descanso, ni festejos.
Sin idealizarla, solo con amor y comprensión.
Un saludo afectuoso.
Gracias Arturo por acompañar mi poesía en estos momentos de melancolía y añoranza, un grana brazo.
ResponderEliminarA ellas se lo debemos todo ya que le debemos la vida, así que yo también me uno a esa felicitación. Los recuerdos son tan semejantes que no queda otra sino compartirlos contigo.
ResponderEliminarUn abrazo, Nuria
Gracias Arruillo por tus palabras, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEl trabajo de una madre solo se comprende cuando se es madre , aunque se valore siempre ,
ResponderEliminarCierto anónimo, gracias por pasar por mi blog, saludos.
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