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viernes, 11 de octubre de 2013

La lluvia



Amaneció lloviznando,
inundando los secretos más profundos.
Llora mi alma
que percibe aquellos sentimientos olvidados
empapándolo  todo como una cruel borrasca.

La lluvia ruge en mis entrañas
y observo su destrozo, secuencia a secuencia
cuyo húmedo paño me resguarda.

Despiadada borrasca que llovizna en el pasado;
inerte y sombría.

Una suave brisa
despide los nubarrones
y en un instante se impregna con los rayos del sol.







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