La
inquietud ensombrecía mis sentidos,
mientras
las horas de espera se me hacían eternas,
y nacía un sentimiento
que
se transformaba en versos
que
irrumpían con fuerza como una exaltación
en
mis adentros.
Tu
primera sonrisa cautivó nuestro corazón
en
aquella cálida noche
en
que el mundo te abrazó,
y
como un presente la vida nos regaló
en un oasis de sensaciones
qué nos envolvió
y
hoy feliz sonríes
y me miras una vez más
y
me reclamas contento
¡yaya, vamos a jugar!
Entrañable el contenido y precioso el poema.
ResponderEliminarSalud. Buen fin de semana.
Gracias J. Teodoro, los nietos son un ragalo maravilloso, un fuerte abrazo.
EliminarUn precioso poema, para un precioso niño. Entre abuelos y nietos hay siempre un vínculo especial.
ResponderEliminarFelicidades,
Gracias Asun, la verdad es que hay días en que durante varias horas gracias a su sonrisa se me olvidan las molestias de la salud, es una bendición, un abrazo muy fuerte
EliminarNuria:
ResponderEliminarBellísimo poema, está rebosante de amor, a causa de una de las bendiciones de la vida.
Me gustó y te felicito.
Un beso a cada uno de ustedes.
Gracias Arturo, desde luego los nietos son una bendición, un fuerte abrazo.
EliminarQue belleza nuria, tu nieto se sentira orgulloso, besitos
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