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viernes, 3 de junio de 2011

NUNCA DEJARÉ DE SOÑAR


Que fué
de aquellos días
cuando sonreía con alegria.
Que fué
de aquella ilusión
de aquellos sueños
de aquel amor.
No fue la juventud
quien se los llevó,
fue el curso del tiempo
el que triunfó.
Pero aún puedo soñar
y amar la vida con intensidad.
Arropada entre sabanas de lino,
el fresco aroma de los tulipanes,
la luz del sol al amanecer
y el suave canto de los pájaros…
soy como un rayo de luz,
fresca al amanecer
y apasionada al anochecer.

1 comentario:

  1. Nunca deberíamos olvidar aquellos sueños de inocencia y llevarlos siempre en nuestro corazón. Besos, mi poetisa.

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